martes, 27 de julio de 2010

Tantos papeles...


Esa horrible sensación,
que te agarra la ilusión.
Tener un sin-vivir
por no escribir.
Y pedir el dolor,
de los clásicos amor.
Esas corrientes sin tregua
llevándose a la vieja yegua.
Piel joven y corazón de viejo,
mi alma a Dios le entrego.
¿Porque siempre escribes?
Si para ello no sirves...
¿Porque dañas la literatura,
con tu amarga escritura?
Porque ensucias tantos papeles,
más de un millón de veces?
No escribas si tú no quieres
evita la tentación si puedes.
Se que odiáis mi poema,
lo siento es como un flema...

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